jueves, 25 de marzo de 2010

¡Voy a hacer dieta! (2ª)

Perder peso, ganar salud.
Si te sobran unos kilos para estar en tu peso ideal, ten en cuenta estas recomendaciones. Conseguirás tu objetivo sin grandes sacrificios.
  1. Pérdida gradual. Se recomienda perder de 3 a 5 kilos al mes. Si la pérdida es mayor, corremos el riesgo de sufrir carencias nutricionales que afectarán a nuestra salud.
  2. El efecto "yo-yo". Las oscilaciones de peso pueden causar problemas metabólicos (como pérdida de masa muscular) y estéticos (las temidas estrías).
  3. El equilibrio ante todo. Evita las dietas en las que se prohíbe o reduce algún alimento (como las dietas bajas en proteínas, en grasa o en carbohidratos). Todos los alimentos son necesarios y renunciar a alguno de ellos (o a todos, como en el caso de las dietas de "sólo agua"), puede ocasionar que las carencias alimentarias habituales se agraven.
  4. Alimentos frescos. En la medida de lo posible elige alimentos frescos y no elaborados. Son más sanos y menos calóricos.
  5. Ante todo comodidad. La dieta debe ser lo suficientemente completa y variada como para que no te aburras, no pases hambre y consigas la energía necesaria para mantener tu ritmo de vida normal, sin desfallecimientos.
  6. 1.200 calorías. Sea cual sea tu estado, nunca hagas una dieta que tenga menos de 1.200 calorías diarias. Es el límite seguro, menos energía puede resultar dañino.
¿Por qué consumir suplementos en vez de comida?
Realmente no es un imperativo. Los preparados para sustitución de comidas suelen estar diseñados para no aportar calorías al cuerpo o hacerlo en pequeñas cantidades. Hay en el mercado productos muy recomendados (por sus mismos creadores je je) que sólo aportan un grupo reducido de nutrientes, debiendo suplementar sus carencias con otros productos. Típico ejemplo: los batidos de proteínas que sólo contienen eso, proteína. Si sustituyes dos comidas diarias por este batido, no alcanzarás los mínimos recomendados de vitaminas y minerales.

La dieta común no es balanceada. Comes por gusto: mucho de lo que agrada a tus sentidos y no necesitas en tanta cantidad (harinas y grasas), y poco de lo que no resulta tan adictivo aunque te hace falta (un ejemplo sencillo es el agua, agua pura, sin aditivos, sin sabor, sin gas, sin olor, sólo agua).
Un suplemento bien diseñado te aporta los nutrientes que no tomas con la dieta habitual y es reducido en aquello que la dieta común nos entrega en exceso. Así puedes conseguir una nutrición más balanceada, sin excesos y sin carencias, al tiempo que controlas tu sobrepeso.

El motivo por el que estos suplementos son principalmente proteína es porque la proteína te ayuda a controlar el apetito y evita la flacidez de los tejidos (amplía información aquí). Otra característica es la presencia de carbohidratos de quemado lento, que no causan disparos de insulina y suministran energía durante un buen rato después de su ingesta.

Tomando cantidad suficiente de agua y procurando que la comida sea más saludable, el uso de sustitutos te puede llevar al peso ideal sin sacrificios, sin ansiedad y sin desnutrirte.

Para finalizar, un detalle: no te hagas trampa, tú serás quien pierda. Si eliges realizar tu programa de control de peso usando estos suplementos, no hagas como la señora que los compraba con sabor chocolate y se los tomaba ¡con churros!

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