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miércoles, 14 de abril de 2010

Obesidad infantil: se heredan los hábitos 2ª

Conozca unas reglas sencillas que pueden colaborar para que su taponcito se mantenga en el peso ideal.
RESPETE EL DESAYUNO.
Uno de cada 10 niños salen de casa sin haber desayunado. Está demostrado que saltárselo o posponerlo favorece el sobrepeso. En el desayuno tradicional de un niño no puede faltar un lácteo (desnatado si el médico lo recomienda), una fruta y una porción de cereales (vigile los cereales de desayuno, contienen elevadas cantidades de sal camufladas), como pan con algún relleno.
Actualmente se recomienda un desayuno basado en proteínas porque los carbohidratos se queman muy rápido e inician un círculo vicioso donde la insulina nos deja sin energía y corremos a comer más carbohidratos; además, las proteínas pueden ser fuente de energía pero su "quema" es menos eficiente (dan menos calorías por gramo). Para reconvertir el desayuno clásico en este nuevo modelo, basta reducir los carbohidratos del modelo clásico y añadir alimentos proteicos como carnes, leguminosas, huevos, etc.
CADA COMIDA A SU HORA.
Establecer un horario fijo de comidas acaba con el picoteo, práctica que dispara el conteo de calorías. Además, si reducimos los carbohidratos en el desayuno, tendremos controlada la ansiedad y nos será fácil pasar de una comida a la siguiente sin "galletitas".
MEJOR EN FAMILIA.
Está comprobado que los niños que comen solos o mirando la TV se deciden por alientos más calóricos y son más propensos a engullir la comida, en vez de saborearla con tranquilidad.
PROHIBIDO PROHIBIR.
Prohibir helados o hamburguesas los convierte en alimentos más apetecibles. El truco es encontrar alimentos menos energéticos y más saludables: un jugo natural en vez de un refresco o una hamburguesa casera en lugar de una comida tipo fast food.
ALIMENTOS A VIGILAR.
  • Los niños han aumentado el consumo de panadería industrial (pan, torta, ponqué, galleta...), bebidas azucaradas y postres lácteos en perjuicio de pescado, vegetales crudos, cereales integrales y fruta.
  • Una lata de refresco contiene unos 50 gramos de azúcar, lo mismo que 100 gramos de chocolate.
  • Las bebidas de cola frenan la absorción de calcio, imprescindible en edad de crecimiento, y aumentan la resistencia a la insulina, incrementando el riesgo a sufrir diabetes.
  • La comida rápida es muy energética: un menú tipo fast food aporta la mitad de las calorías diarias que necesita un niño.
  • Azúcar: la glucosa es adictiva, provoca ansiedad por productos dulces. Así se puede llegar a la diabetes. El exceso de azúcar se almacena como grasa.  
Siga estas sencillas reglas y su retoño se mantendrá sano, y recuerde: la nutrición es darle al cuerpo lo que necesita, no lo que le gusta a la lengua.

    miércoles, 30 de diciembre de 2009

    Un año que se va, el reto continúa...

    Comencé el año con la meta de transmitir a muchas personas la necesidad de cuidar su alimentación. No hablo de cuidar los alimentos que consumimos, reduciendo las grasas, las frituras y otras prácticas de moda, sino de cuidar de verdad su alimentación, evitando sustancias dañinas y consumiendo suplementos nutricionales para darle a nuestro cuerpo exactamente los nutrientes que necesita en las cantidades exactas que necesita.
    Durante el año vi morir a muchos que nunca me escucharon: infartos, derrames cerebrales, fallos multiorgánicos asociados a diabetes... En las últimas semanas he visto a una persona con obstrucción de colon e inflamación de próstata, al mismo tiempo (traten de imaginar el dolor, a mí me resulta difícil).
    Por el otro lado están los que aprendieron la lección, consiguieron resultados y no están dispuestos a caer en lo mismo de antes. Alguna vez se desayunarán con las frituras de toda la vida, pero se comprometieron a cuidar su salud y en su mano tienen la información y los productos que les permiten corregir esos excesos. A todos los que me escucharon, ¡gracias y enhorabuena!
    En este último post del año 2009 quiero referirme a un informe de la Organización Mundial de la Salud (http://www.who.int/topics/diabetes_mellitus/es/), que pasó de incógnito por la prensa mundial. El informe trata el  tema de la diabetes como pandemia.
    Los datos son aterradores: 7% de la población en los países en desarrollo padece esta enfermedad (la OMS estima que en el mundo hay más de 220 millones de personas con diabetes, y muy probablemente, de no mediar intervención alguna, para 2030 habrá más del doble); casi el 80% de las muertes por diabetes se producen en países de ingresos bajos o medios; la edad de diagnóstico disminuye, ya es frecuente ver niños insulino-dependientes; las cifras crecen a la par que la obesidad, un problema que se disparó hace 20 años y sigue en aumento (cada día hay más "hermosos" y "hermosas" que se niegan a verse en un espejo)... En México la diabetes es la primera causa de mortalidad; en la frontera México-Estados Unidos es la tercera. Dos millones de adultos están afectados en esa zona fronteriza, pero el 22% de los enfermos desconocen su condición. El gasto mundial de los sistemas de salud para tratar a estos enfermos es épico: sólo en Estados Unidos supone el 11% de su gasto sanitario total.
    La conclusión más llamativa del informe es la que le da título: la diabetes, una epidemia fuera de control.
    La causa de la prevalencia de este trastorno hay que buscarla en la nutrición rica en carbohidratos. Durante años nos han convencido de que debemos controlar las grasas y nos han dado permiso para comer harinas como bestias. "De aquellos polvos, son estos lodos".
    Quienes trabajamos como distribuidores independientes de Herbalife International siempre repetimos los datos de la OMS para llevar a las consciencias de nuestros allegados la necesidad de comer para vivir, para estar sanos y para llegar a la vejez de la mejor manera y lo más tarde posible. La organización repitió nuestro "himno" (http://www.who.int/mediacentre/events/2008/wha61/issues_paper2/es/index.html):
    1. Las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas y la diabetes son amenazas principales para la salud humana.
    2. Las enfermedades no transmisibles, en especial las cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas y la diabetes, causaron en 2005 el 60% de las defunciones (estimadas en 35 millones). Se prevé que las defunciones totales por enfermedades no transmisibles aumentarán otro 17% entre 2008 y 2018.
    3. La prevención debe centrarse en la modificación de cuatro factores de riesgo comunes: consumo de tabaco, dieta malsana, inactividad física y consumo nocivo de alcohol.
    ¿Y qué va a hacer usted por su salud? ¿Quiere usted aprender a alimentarse? Nunca es tarde mientras pueda comer. Pregunte sin pena, puede que viva lo suficiente para ver crecer a sus hijos.
    Finalizo deseando a todos y todas un feliz tránsito de año y las mejores expectativas para el nuevo 2010 que ya casi estrenamos.

    miércoles, 12 de agosto de 2009

    Un vaso de agua me engorda!!!


    Hoy estaba meditando en esas personas que tienen tantas excusas para no cuidar su alimentación que no les queda tiempo para alimentarse. Se limitan a tragar todo lo que se les pone a tiro y entre bocado y bocado, lanzan una explicación que les mitiga la sensación de ridículo que debe sentir alguien que sabe lo que debe hacer y hace lo contrario (Lao Tse en su Tao Te Ching los llama cobardes).
    Pensaba en esta sociedad donde se nos inculca la falta de responsabilidad con frases absurdas que no soportan un análisis mínimamente honesto: "mi cuerpo me lo pide" (claro, tu cuerpo tiene cerebro y voluntad propia y tú no), "se me sube el colesterol" (inteligente la grasa esa, ¿no?), "cualquier cosita me engorda" (pues creo que no, eres tú quien engorda no las "cositas" hipercalóricas a las que eres tan aficionad@)...
    Al tiempo de estas reflexiones me llegó una reseña de un estudio realizado en la universidad de Minnesota (EE.UU.) sobre una población de catorce mil personas. En el estudio se demuestra que las personas que toman frutas y jugos naturales en abundancia son mucho menos propensas a padecer obesidad y diabetes. Aunque la conclusión más simpática es: las personas que prefieren los jugos naturales a otro tipo de bebidas son también las que más cuidan su alimentación y hacen más ejercicio físico.
    Parece claro que la coherencia es una cualidad poco frecuente pero muy valiosa: si decides que quieres vivir mucho tiempo y en las mejores condiciones de salud, debes vigilar tu alimentación y hacer ejercicio. Y las personas que así lo hacen son las que gozan de mejores expectativas de salud.
    Y tú, ¿vas a seguir buscando excusas? ¿O vas a ponerte metas y perseguirlas?