lunes, 7 de junio de 2010

¿Qué clase de "comedor" eres?

Obesidad y patrones de conducta.

Los profesionales sanitarios analizan el comportamiento ante los alimentos de los pacientes con exceso de peso que atienden. El fin último es aportar soluciones realistas adaptadas a cada individuo. La conducta alimentaria de cada paciente tiene bastante importancia en el desarrollo del sobrepeso y la obesidad. 
Las personas aquejadas de exceso de peso se identifican con alguno de estos patrones o estilos de comer, siendo habitual una combinación de varios:

  • Consumidores de grandes raciones (o "bigger", su denominación popular en lengua inglesa): son quienes en su vida diaria comen grandes cantidades de alimentos, porciones exageradas, por encima de la cantidad aconsejable para su situación y, en consecuencia, superiores a las raciones que precisan para suplir sus necesidades.
  • Lamineros o dulceros ("sweeter"): tienen una especial predilección y afición por los dulces. Por lo general, sucumben con facilidad ante la presencia en la mesa de alimentos dulces y azucarados y tienden a abusar de ellos.
  • Picoteadores ("snacker"): individuos incapaces de refrenar el deseo de comer cuando tienen alimentos a la vista, con independencia de si sienten hambre o no, si han comido hace poco tiempo o van a comer en breve. En este caso, el picoteo hace referencia al hecho de comer con frecuencia y fuera de las horas establecidas, además de éstas.
  • Practicantes de dieta continua ("dieter"): personas en situación de sobrepeso o con pocos kilos de más, sin trascendencia para su salud, aunque sí con gran importancia estética para ellas. Recurren con asiduidad, e incluso, de manera compulsiva, a diversos sistemas dietéticos. En la mayoría de los casos, siguen dietas milagro. Con estas prácticas insanas agravan su situación, al ganar peso cada vez con más frecuencia y de manera más fácil.
Adelgazar de forma exitosa y mantener el peso con el paso de los años no es una tarea fácil, ya que no sólo depende de la voluntad para conseguirlo. Pero tampoco es imposible. 
En 1958, dos relevantes psiquiatras, investigadores en el ámbito de los trastornos de la conducta alimentaria, los doctores Albert J. Stunkard y Mavis McLaren-Hume, sentenciaron de forma poco halagüeña que "la mayoría de las personas obesas no seguirá nunca un tratamiento para la obesidad. De quienes lo inicien, un gran número no conseguirá perder un peso significativo y, entre quienes sí lo consigan, gran parte lo recuperará".

No obstante, a día de hoy, tanto las herramientas terapéuticas como la preparación de los profesionales han evolucionado tanto como para poder ofrecer, en este terreno, unas mayores garantías de éxito. Esto será así siempre y cuando el adelgazamiento se prevea más como un cambio definitivo hacia un mejor estilo de vida que como una estrategia pasajera.

Así pues, la única forma inteligente de controlar el sobrepeso es eliminando las causas que nos llevaron a él, es decir, modificar nuestro patrón de conducta alimentaria insano por otro saludable.


Fuente consultada: Consumer Eroski

No hay comentarios:

Publicar un comentario