viernes, 8 de mayo de 2015

Bebidas "suicidas".

Bebidas "suicidas".

Las llamadas bebidas energizantes en realidad son estimulantes pues provocan un estímulo al sistema nervioso central, lo que se traduce en euforia, sensación de júbilo, bienestar y ausencia de sueño.

Por sus componentes, básicamente cafeína y taurina, estos líquidos pueden producir daños irreversibles en los riñones, corazón y sistema circulatorio, así como efectos transitorios como taquicardia, ansiedad, desesperación y sed.

Los jóvenes son quienes más ingieren estos productos que, combinados con alcohol, incrementan sus efectos y ocasionan malestar en las personas.

Estas bebidas también inhiben el apetito, por lo que tienen una estrecha relación con trastornos alimentarios como la anorexia.

COMPLICACIONES PELIGROSAS

Se calcula que 20 de cada 100 casos de anorexia se asocian con el consumo de estas bebidas. Al mismo tiempo, y aunque parezca contradictorio, también inciden, hasta 40%, en el riesgo de padecer obesidad, dados sus altos porcentajes de calorías, aunados a la mala alimentación y el sedentarismo de quienes las consumen.

Normalmente la gente bebe energizantes cuando asiste a rumbas, fiestas o discotecas, con la finalidad de evitar el sueño. Sin embargo, las combinan con sustancias etílicas, mezcla que provoca deshidratación, y al pasar el efecto, la persona presenta dolores de cabeza, hipertensión, dilatación de pupilas, vómito, hiperactividad y nerviosismo.

En esta situación la sangre se espesa y se forman coágulos que pueden derivar en infartos, sin importar la edad de los consumidores.

RECOMENDACIONES

Ninguna. Si un joven de inteligencia promedio decide tomar una bebida que pone en riesgo su vida a cambio de una alegría pasajera, no hay recomendación que le importe.